La ley española permite contraer matrimonio a las parejas homosexuales, Desde el año 2005, en términos de reproducción asistida, esto significa que los derechos de una pareja de lesbianas se equiparan a los de las parejas heterosexuales.
Cuando una pareja de mujeres se plantea conseguir un embarazo, tiene varias opciones: inseminación artificial o fecundación in vitro con semen de donante o a través de un nuevo tratamiento de reproducción asistida llamado ROPA (Recepción de Óvulos de la Pareja o Reception of Oocytes from PArtner en inglés) alternativa cada vez más extendida y demandada entre las parejas lesbianas casadas, donde ambas se sienten más implicadas y participan más activamente en el proceso de la gestación.
Consiste en la cesión por parte de una de ellas de su óvulo a la otra para que esta pueda llevar adelante un embarazo tras la fecundación con el espermatozoide de un donante anónimo. Se necesita una preparación hormonal por parte de las 2 mujeres. Lo habitual es que se sincronice para hacerlo al mismo tiempo, aunque otra posibilidad es primero congelar los óvulos o embriones y después preparar a la que se los va a poner.
La mujer que da sus óvulos a su pareja debe iniciar un tratamiento de estimulación ovárica cuando baja la regla (espontánea o tras la toma de la píldora el ciclo anterior) , suele durar entre 10-12 días. Requiere de la inyección de una medicación hormonal subcutánea para hacer crecer el mayor número de óvulos en sus ovarios. Una vez que la respuesta es adecuada, se programa la punción ovárica bajo sedación para extraerlos todos a través de la vagina en un proceso rápido e indoloro. Los óvulos obtenidos son evaluados en el laboratorio y son inseminados o microinyectados con los espermatozoides del donante para poder crear embriones.
De forma paralela la pareja que va a recibir esos óvulos debe de preparar su endometrio para ese momento. Ese proceso dura entre 30-45 días según el protocolo seleccionado, es más sencillo porque solo necesita la puesta de 1 inyección intramuscular y pastillas de estrógenos y progesterona para la sincronización. Antes de la punción ovárica de la pareja se ha de comprobar ecográficamente que el útero esté bien preparado para poder recibir los embriones entre 2-5 días después de la punción de su compañera. La transferencia embrionaria es un proceso más sencillo que la punción ovárica y no requiere sedación.
Dar por hecho no a las 2 madres como biológicas es una cuestión de interpretación.
A priori, si consideramos como madre biológica a la responsable de generar el embrión y trasmisora de los cromosomas, sólo sería una, que es la que da el óvulo. Pero a esto hay que añadir ciertos matices. Cuando una mujer gesta un embrión generado con el óvulo de otra mujer, se sabe que puede influir en el desarrollo de ese embrión y en la expresión de los genes que tiene. No va a trasmitir sus cromosomas y ADN al embrión, pero sí que puede influir en su evolución, es lo que se llama epigenética.
Por lo tanto, se sabe que la mujer que gesta tiene una importante responsabilidad en el crecimiento y diferenciación del embrión que se crece en su interior. Un mismo embrión puede tener un desarrollo diferente en un útero u otro, dependiendo de los cuidados de la madre y de las influencias externas que posteriormente reciba cuando nace.
Por otro lado, se han publicado trabajos puntuales y experimentales sobre niños nacidos tras manipular 2 óvulos de 2 mujeres diferentes. A uno de ellos se le extrae el núcleo con su ADN y se transfiere al óvulo de la otra mujer habiendo sacado previamente ese otro núcleo. Es lo que se llama transferencia nuclear, llevada a cabo para evitar cierto tipo de enfermedades mitocondriales. En este caso se podría decir que el embrión generado sí que tiene información genética de las 2 mujeres, de una el ADN nuclear y de la otra el ADN mitocondrial, y las 2 mujeres se podrían considerar como “madre biológicas”, pero esta técnica no está aprobada en España y de momento se ha realizado sólo en casos muy seleccionados.
En la actualidad existen varias opciones para que una pareja de mujeres pueda llegar a ver cumplido su sueño de ser madres. La importancia de ser madre biológica o no se olvida cuando se es capaz de disfrutar viendo crecer y educando a ese hijo, ese proyecto común que se comparte a partes iguales.
Dra. Mª Ángeles Manzanares Ruiz, ginecóloga de FIVMadrid