El equipo del profesor Karim Nayernia de la universidad de Newcastle afirma haber creado, por primera vez, espermatozoides humanos a partir de células madre. El experimento ha sido publicado en el número de julio de 2009 de la revista Stem Cells and Development (Células Madre y Desarrollo).
Una noticia así obtiene, como tantas veces, una gran repercusión en los medios de comunicación. Da la impresión de que, de repente, se acabaron los problemas para los varones con problemas de fertilidad. Pero tenemos que ser cautos. En primer lugar porque el experimento ha de confirmarse y ser reproducido por otros equipos. En todo artículo científico que se publica existe un apartado llamado Material y Métodos donde los investigadores han de especificar cómo hicieron el experimento para que otros colegas, en otros centros, puedan reproducirlo.
Pero, ¿qué es una célula madre? Es una célula que tiene la capacidad de seguir dos caminos: dividirse creando así más células madre o diferenciarse en células de un tejido en concreto, por ejemplo células del músculo cardíaco, de la piel o de la sangre.
Las células madre por excelencia son las células de un embrión dado que, evidentemente, se dividen y diferencian para formar todos y cada uno de los sistemas que forman una persona. Pero también en el cuerpo de un adulto existe ese tipo de células. Ellas son las responsables de que nuestro cuerpo se esté renovando, remodelando continuamente.
Los investigadores del estudio no han utilizado las de un adulto sino de embriones. No se trataba de varones con problemas de fertilidad que acudían a los investigadores en busca de ayuda. Las células madre provenían de embriones donados. Por ello no se puede aplicar el descubrimiento a adultos. Pero es que aunque así hubiera sido, la ley británica lo prohíbe expresamente. Y, encima, no sabemos si son espermatozoides normales y tampoco qué tipo de alteraciones, como por ejemplo cánceres o malformaciones podrían tener los embriones resultantes.