La retención de líquidos es una de las molestias más frecuentes durante la gestación. Aunque se considera un proceso fisiológico normal, puede causar incomodidad y preocupación, especialmente cuando aparecen pies hinchados, manos inflamadas o una sensación constante de pesadez.
En este artículo te explicamos por qué ocurre, cómo reconocerla y cuándo debes acudir al médico.
¿Por qué se retiene líquido durante el embarazo?
Durante el embarazo, el cuerpo produce más sangre y líquidos para mantener el desarrollo del bebé. Este aumento genera acumulación de fluidos en los tejidos, sobre todo en piernas y extremidades.
Además:
- Los cambios hormonales favorecen la retención.
- El útero, al crecer, presiona los vasos sanguíneos, dificultando el retorno venoso.
Por eso, es muy común experimentar hinchazón leve (edema), especialmente en tobillos y pies al final del día o en épocas de calor.
¿Cómo saber si estoy reteniendo líquidos?
Los signos más comunes de retención de líquidos durante el embarazo son:
- Hinchazón visible en tobillos, pies, manos o cara
- Aumento repentino de peso
- Sensación de rigidez o pesadez en piernas
- Marcas en la piel al quitar calcetines o anillos
Si notas que estos síntomas se intensifican con el calor, tras estar mucho tiempo de pie o al final del día, es muy probable que se trate de retención fisiológica leve.
No obstante, si la hinchazón es súbita, muy dolorosa, asimétrica, o se acompaña de otros síntomas como visión borrosa o dolor de cabeza, es importante consultar con un médico especialista en fertilidad

Retención de líquidos según el trimestre
La retención puede variar a lo largo del embarazo:
- Primer trimestre: suele ser mínima o inexistente.
- Segundo trimestre: comienza la hinchazón en extremidades, especialmente tobillos y manos.
- Tercer trimestre: se intensifica, sobre todo en embarazos múltiples o con altas temperaturas.
Aunque el edema gestacional es normal, siempre debe evaluarse si genera molestias severas o va acompañado de otros síntomas.
Factores que agravan la retención de líquidos
Algunos elementos pueden hacer que la retención sea más evidente:
- Falta de movimiento o sedentarismo
- Dietas con alto contenido de sal
- Ropa muy ajustada
- Clima cálido o húmedo
- Embarazos múltiples
Si estás en seguimiento en una clínica de reproducción asistida, es importante que informes de cualquier cambio para adaptar el control prenatal. Por eso, es clave llevar un control prenatal adecuado, especialmente si estás en tratamiento en un centro de reproducción asistida en la Comunidad de Madrid, donde el monitoreo constante puede prevenir complicaciones.
¿Qué hacer para aliviar la retención de líquidos?
Aquí tienes algunas estrategias efectivas:
- Eleva las piernas al descansar
- Realiza ejercicio suave: caminar, nadar o yoga prenatal
- Evita estar mucho tiempo sentada o de pie sin moverte
- Hidrátate bien, incluso si notas hinchazón
- Reduce el consumo de sal
- Usa ropa cómoda y suelta
- Aplica compresas frías si sientes pesadez
Estos hábitos ayudan a mejorar la circulación y reducen la sensación de hinchazón.
¿Cuándo consultar al médico?
Busca atención médica si presentas alguno de estos signos:
- Hinchazón repentina o severa
- Dolor en piernas o dificultad para caminar
- Visión borrosa o dolor de cabeza
- Tensión arterial elevada
Estos síntomas pueden ser indicativos de preeclampsia u otras complicaciones que requieren atención especializada.
Si estás embarazada o en tratamiento en una clínica de fecundación in vitro en Madrid, mantener un seguimiento médico continuo es clave para tu bienestar y el del bebé. En nuestro centro, estamos para acompañarte en cada paso del proceso.