Cada vez son más las mujeres y parejas que hacen realidad su sueño de tener un hijo, acudiendo a la reproducción asistida. Uno de cada cuatro bebés nacidos en España fue gracias a estos tratamientos de fertilidad.
El gran interés en la reproducción asistida hace que surjan noticias contradictorias y que se extiendan falsos mitos. En FivMadrid pensamos que es importante aclarar muchos mitos y realidades sobre la infertilidad y recomendamos acudir siempre a fuentes de información fiables o consultar a un especialista.
Descubre cuánto sabes sobre tu fertilidad y la reproducción asistida:
Uno de los mitos más extendidos, pero lo cierto es que con la inseminación artificial solo se eleva ligeramente el riesgo de gestación múltiple.
En el caso de la fecundación in vitro se incrementa un poco más, ya que según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el 24% de embarazos son múltiples, la mayoría gemelares. El especialista en reproducción asistida valorará si implantar solo un embrión para evitarlo.
Realidad, la edad es el factor más determinante en las mujeres y, a partir de los 35 años la capacidad para lograr el embarazo baja drásticamente.
Las españolas han retrasado la maternidad más de dos años, confirmando una tendencia que se mantiene en los últimos tiempos. En FivMadrid realizamos tertulias gratuitas para avisar a las mujeres sobre las consecuencias de retrasar la maternidad y la posibilidad de preservar la fertilidad.
Realidad. Técnicamente sí es posible definir el sexo del bebé mediante reproducción asistida, pero en España, solo está permitido por razones terapéuticas, es decir, en aquellos casos en los que con ello se puede evitar la transmisión de enfermedades relacionadas con el sexo del bebé.
La inseminación artificial no es dolorosa y, de hecho, se realiza sin anestesia.
En el caso de la fecundación in vitro, si es necesario recurrir a la anestesia. No obstante, es una intervención sencilla.
El estrés no favorece el embarazo natural o en los tratamientos de reproducción asistida, pero no hay datos claros que indiquen que el estrés en la vida normal tenga efecto directo sobre la fertilidad.
El peso no interfiere en la fertilidad, salvo en casos extremos, cuando hay obesidad o un peso muy por debajo del índice de masa corporal (IMC). Si el IMC es normal y está entre 18 y 25 no influye en las posibilidades de lograr el embarazo.
Practicar deporte no se traduce en un beneficio reproductivo, pero si se práctica excesivamente, sí puede influir a la hora de lograr el deseado embarazo.