El tabaquismo está considerado actualmente como una enfermedad crónica de carácter adictivo y es la principal causa de mortalidad en el mundo occidental.
En los últimos años ha habido una disminución en su consumo, pero todavía cerca del 30% de la población mayor de 15 años es fumadora.
El tabaco contiene cerca de 4.000 componentes, muchos de ellos tóxicos que pueden afectar a la función reproductiva. Los efectos parecen ser dosis-dependientes y pueden influir de forma diferente entre unas personas y otras.
El tabaco afecta a la fertilidad natural, tanto en la mujer como en el hombre. Existe una asociación negativa entre su consumo y las probabilidades de embarazo. Una mujer fumadora tiene menos posibilidades de embarazarse, le puede costar más tiempo conseguirlo y presenta mayor riesgo de sufrir problemas de fertilidad. Además, algunos estudios describen un incremento en el número de abortos, una mayor incidencia de embarazo extrauterino cuando se fuma más de 20 cigarrillos al día, y un adelanto de la menopausia en un mínimo de 2 años.
En los varones, puede ocasionar un volumen seminal más bajo, una disminución del número de espermatozoides, una menor movilidad y un mayor número de espermatozoides con morfología anormal.
La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) afirma que el 13% de la esterilidad puede ser atribuida al consumo de tabaco.
A nivel experimental se ha demostrado que el tabaco ejerce un efecto nocivo sobre el ovario, las trompas, el útero, el semen y los embriones.
Múltiples estudios han relacionado el consumo de tabaco con peores resultados en los tratamientos de reproducción asistida. Se han descrito una menor tasa de fecundación, un más bajo porcentaje de implantación, gestación y nacido vivo en las parejas fumadoras que hacen fecundación in vitro (FIV). Las pacientes fumadoras necesitan el doble de intentos para conseguir un embarazo en fecundación in vitro (FIV), en comparación con las mujeres que no consumen.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que se han publicado en algunos trabajos consecuencias negativas en los hijos de mujeres que habían fumado durante el embarazo, tales como una alteración de la fertilidad en las niñas y una reducción del volumen espermático en los niños, sobre todo si el consumo había sido de más de 10 cigarrillos al día.
Por lo tanto, los efectos nocivos del consumo de tabaco sobre la fertilidad son lo suficientemente alarmantes como para animar a todas las personas a dejarlo, sobre todo, porque estos efectos son reversibles cuando se deja el hábito tabáquico.
Dra. Mª Ángeles Manzanares Ruiz, ginecóloga de fivmadrid.