El 93% de las mujeres nunca se ha realizado un estudio para conocer su reserva ovárica, según una reciente encuesta, lo que significa que muchas mujeres no sabéis cual es vuestra capacidad reproductiva.
¿Para qué necesita conocer una mujer su reserva ovárica?
Ese dato te ayudará a planificar el momento idóneo para concebir un hijo sin necesidad de recurrir a tratamientos de reproducción asistida, sobre todo si estás pensando en retrasar la maternidad.
A partir de los 35 años tanto la cantidad como la calidad de los óvulos disminuyen, lo que significa que hay una menor capacidad reproductiva y un aumento del número de inseminaciones artificiales fallidas, abortos y malformaciones fetales.
Las probabilidades de lograr un embarazo bajan cada año que pasa, antes de los 35 años el porcentaje de gestación por mes es del 25%, con 38 años baja al 15%, con 40 años es del 7% y con 44 tan solo del 1-2%.
Si conoces tu reserva ovárica sabrás si puedes retrasar tu maternidad o si debes preservarla para mantener óvulos que sean útiles en el momento en que desees ser madre.
¿qué debes hacer para conocer el estado de tu reserva ovárica? Un análisis de la hormona antimülleriana (AMH), permite conocer el estado de los óvulos que poseen en ese momento..
Si estás pensando en ser madre, pero no ahora, nuestra recomendación como expertos en reproducción asistida es que acudan a una consulta para evaluar el estado real de su fertilidad y si es necesario, que preserves tus ovulos para poder ser madre en el futuro, con tus propios gametos.
Con el fin de evitar los efectos de la infertilidad asociada a la edad, existe desde hace unos pocos años la posibilidad de criopreservar los óvulos. Este tratamiento requiere un estudio hormonal y ecográfico a la mujer, para posteriormente someterse a un tratamiento de estimulación ovárica con inyecciones subcutáneas durante unos 10 días. A continuación se programa una punción ovárica bajo sedación para poder recuperar el mayor número de óvulos que puedan ser congelados (o vitrificados) para el futuro.
La criopreservación de óvulos es una estrategia más que ofrece a la mujer un mayor control sobre su vida reproductiva y se aconseja realizarla cuando todavía existe una adecuada reserva ovárica, generalmente antes de los 35 y como muy tarde hasta los 38 años.
El consejo es vitrificar un mínimo de 15 ovocitos, siendo a veces necesario más de un tratamiento de estimulación ovárica para poder llegar a esta cifra.
Existen varios estudios publicados donde demuestran porcentajes de embarazo similares con ovocitos vitrificados que con frescos, pudiendo llegar a ser del 50% para ovocitos que se congelaron en mujeres menores de 35 años, del 33% cuando la edad en la que se preservó la fertilidad fue de 35-39 años y del 11 % con 40-42 años.