Estudio de infertilidad en los varones. ¿Qué es la prueba FISH en espermatozoides y qué utilidad y aplicaciones tiene?

20 mayo, 2015

Escrito por el equipo médico fivmadrid

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banco de esperma

Cuando una pareja tiene un problema de fertilidad, es habitual que se realice un amplio estudio a los 2 para determinar cuál es la causa. Al varón, inicialmente se le solicita un seminograma para valorar número, movilidad y morfologías de sus espermatozoides. Cuando los sucesivos tratamientos de reproducción asistida fracasan, en muchas ocasiones se plantea ampliar el estudio y una de las pruebas pedidas es la FISH de espermatozoides.

La FISH (Hibridación in situ fluorescente) en espermatozoides es una técnica citogenética que permite estudiar la dotación cromosómica de los gametos masculinos del eyaculado. Mediante unas sondas fluorescentes que se unen específicamente a un determinado cromosoma, podemos conocer el número de éstos en algunos de los espermatozoides estudiados.

El objetivo de solicitar este estudio es evaluar los cromosomas 13,18,21, X e Y provenientes del semen de varones infértiles con cariotipo normal, para poder estimar la proporción de espermatozoides anormales y evaluar el riesgo reproductivo en los mismos.

En la actualidad existen muchas publicaciones acerca de la conveniencia de solicitar este estudio y de cómo se deben evaluar sus resultados.

Hay diversos trabajos que apoyan la realización del estudio FISH porque sugieren que:

Por otro lado, existe también mucha controversia acerca de la utilidad e interpretación de la prueba por las siguientes razones:

 

A pesar de todos estos datos discordantes, en una de las últimas publicaciones al respecto del comité ético de la sociedad americana de reproducción asistida (ASRM) , aconsejan que los pacientes con pérdida recurrente del embarazo y fracasos repetidos de FIV pueden beneficiarse del estudio FISH para detectar aneuploidías espermáticas.

Desde una perspectiva práctica, el análisis FISH de esperma estaría indicado en   parejas con abortos de repetición o fallos de implantación.

Los resultados pueden llegan a ser muy poderosos cuando se usa en el contexto de otras pruebas, como el análisis básico de semen y la historia clínica del paciente.

Los resultados anormales colocarían a la pareja en la ‘categoría de riesgo’, y el siguiente paso en ese momento incluiría un asesoramiento genético y la valoración de la posibilidad de realizar un PGS (screening genético preimplantacional) en el siguiente ciclo ICSI   para una selección embrionaria, siempre y cuando estén informados y asuman las limitaciones de la técnica.

Dra. Mª Ángeles Manzanares, ginecóloga de FIVMadrid


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